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parestesia

Qué es la parestesia

Alguna vez todas las personas hemos sentido una sensación de hormigueo o cosquilleo en los brazos, piernas, manos, pies o dedos. Este efecto se conoce con el nombre de parestesia, y cuya patología se presenta cuando se ha ejercido presión sobre los terminales nerviosos durante un tiempo prolongado. Esto es muy habitual en la tercera edad.

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Coloquialmente la parestesia lo describimos como que alguna parte del cuerpo “se nos ha dormido”, y cuyo efecto de adormecimiento, entumecimiento o ardor son transitorios.  

Clínicamente, los signos y síntomas de la parestesia pueden ser más permanentes y, cursando pérdida de sensibilidad, de orientación y afectar al sentido cognitivo, en general, ser el resultado de una lesión adquirida o de padecimientos en el sistema nervioso.

En qué consiste la parestesia

Este término se define como la sensación anormal del cuerpo de hormigueo, adormecimiento, ardor o entumecimiento. Esta sensación suele darse con frecuencia en los brazos, manos, piernas, dedos y pies. 

Dependiendo de la causa, puede ser una parestesia transitoria y desaparecer rápidamente. 

Aparece de forma momentánea e indolora cuando se adopta una postura inadecuada (piernas cruzadas o presión sostenida sobre un brazo o mano), ya que ejercemos presión sobre un nervio y minimizamos la circulación sanguínea. En estos casos la parestesia es inofensiva y los síntomas desaparecerán al iniciar el movimiento nuevamente. 

Si las sensaciones se producen frecuentemente, producen malestar o dolor y durante un largo periodo de tiempo pueden ser síntomas de la parestesia crónica o persistente.  Ante esto el médico especialista diagnosticará cuál es el mejor tratamiento a seguir, ya que la parestesia puede estar relacionada con alguna patología de cualquier área del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) o por nervios periféricos u otras causas.

En algunos casos los medicamentos ayudan a contrarrestar el padecimiento, y también la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden mejorar las afecciones de la parestesia.

Síntomas y causas de esta enfermedad

Los síntomas más comunes que presenta la parestesia se ubican en las extremidades superiores e inferiores. Especialmente en nuestros mayores. Esta sintomatología provoca entumecimiento y cierta rigidez momentánea que impide el funcionamiento normal de la parte afectada. 

Esto se debe a que los impulsos nerviosos de carácter sensitivo no son transmitidos de manera correcta, generando así los síntomas más normales de la parestesia, sin perder la flexibilidad de las articulaciones.

El hormigueo y la sensación de sobre densidad, el adormecimiento y la sensación de ardor, los pinchazos y la disminución de la capacidad de sentir estímulos comienzan a desaparecer después de hacer funcionar la extremidad.

Tipos

Se conocen tres tipos de parestesia:

  • Parestesia de Berger que afecta a la piel y pérdida de sensibilidad, sin causa aparente, generalmente en las extremidades inferiores
  • Sinagesia produce sacudida repentina e involuntaria de la lengua o problemas de articulación temporomandibular tras episodios psicológicamente traumáticos
  • De Bernhardt se manifiesta en el plexo lumbar.

Dentro de estos síndromes son muchos los factores que pueden ser la causa de la parestesia crónica:

  • Una enfermedad neurológica, como la esclerosis múltiple
  • Accidentes cerebrovasculares, como un ictus. 

También pueden favorecer el riesgo de parestesia:

  • La fibromialgia.
  • La falta de irrigación sanguínea.
  • Pinzamientos de nervios espinales.
  • Diabetes e hipotiroidismo.
  • Niveles anormales de calcio, potasio o sodio, o deficiencia de vitaminas del grupo B.
  • El abuso en el consumo de alcohol, tabaco, drogas y algunos medicamentos.

Algunos motivos de alarma que debes controlar en tus mayores como potenciales síntomas de esta enfermedad son:

  • La alteración en el nivel de conciencia.
  • Cambios de visión.
  • Problemas para hablar o respirar.
  • Que la parestesia suceda inmediatamente después de un golpe en la cabeza, cuello o espalda.

Cómo combatir la parestesia

A pesar de que la mayoría de las veces el hormigueo no está asociado a ninguna patología, sí se debe consultar al médico especialista, quien identificará el trastorno que causa la parestesia e indicará el mejor tratamiento para mantenerlo bajo control y evitar el empeoramiento. 

Corregir las causas de la alteración es el fundamento de la parestesia crónica, no obstante, la cirugía sólo puede aplicarse a personas con síntomas graves y muy duraderos en el tiempo. Normalmente, los tratamientos suelen durar meses.

El tratamiento clínico dependerá de la causa inicial que produce el síndrome. Las pruebas médicas más recomendadas para verificar el origen son la analítica de la sangre, la electromiografía o la resonancia magnética. 

Algunos medicamentos antiinflamatorios, anticonvulsivos, antidepresivos o con corticoides específicos pueden aliviar y mitigar la inflamación y el dolor de manera temporal, aunque estos pueden producir contraindicaciones.

La fisioterapia, mediante la aplicación de ciertas técnicas, contribuyen a mejorar o reducir los síntomas, como son la terapia manual con masajes en piernas, brazos y cuello, o la electroterapia.

Algunas de las medidas más convencionales que pueden evitar los síntomas en personas jóvenes y mayores son: 

  • Evitar el sobrepeso e intentar mantenerse en un peso adecuado
  • Tener una dieta variada, rica en vitamina B12 (pescados, carnes rojas y blancas, huevos, leche y sus derivados) y equilibrada. Descarta el consumo de grasas y azúcares saturados
  • Hacer ejercicio físico con estiramientos y paseos frecuentes evitando pasar mucho tiempo sentado en una misma posición
  • Vestir prendas cómodas y sueltas que no compriman el cuerpo, piernas o brazos.

Para ayudar a reducir estos síntomas es conveniente ejercitarse con la mayor frecuencia posible si llevamos una vida más sedentaria, pero si los síntomas aun así aparecen hay que consultar al médico para determinar qué causa llega a producir la parestesia.

Parestesia en la tercera edad

La parestesia puede provocar incapacidad en las personas mayores, lo que puede requerir asistencia continua. En este sentido, se incluye la parestesia como una de las enfermedades limitantes para las personas mayores.

Para apoyar a las familias en esta situación, el cuidado a domicilio es una alternativa eficaz. En Unidos a Ti ofrecemos servicios de cuidado a domicilio 100% adaptados a tus necesidades y las de tu familiar. 

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